Martin Barba Serbia: новембар 2013

También se expresa a través de la poesía y la fotografía.

T rabajar de modelo le sirvió para pagarse los estudios, pero el destino puso en su camino la actuación, su gran sueño. A punto de cumplir 24 años y con cinco en la profesión, Martín Barba se afana por mejorar y está feliz porque ‘La Patrona’ ha sido una excelente escuela.

 ¿Te costó entrar en la novela?

 No, acababa de terminar la serie juvenil ‘Último año’ y me apetecía descansar, pero me hablaron del personaje de David y me atrajo enseguida. Me llamaron semanas después de presentarme al casting. Todo se dio muy bien y era una gran oportunidad para aprender de actores tan grandes.

Como Christian Bach (Antonia)… 

Sí, claro, tiene conocimientos de todo, de iluminación, producción, incluso me ayudó a negociar en otros asuntos que me llegaron después. Se las sabe todas. También me aconsejaba en las grabaciones, pero siempre con mucho respeto, y me felicitaba si le gustaba cómo había quedado la escena.

¿De quién aprendiste más?

 De todos. De Aracely Arámbula [Gabriela], por ejemplo, me quedo con la humildad. Llegaba con la sonrisa puesta y es perfeccionista. Tiene pensada cada escena y si no sale como imagina, pide que se repita hasta lograrlo.

¿Cómo calificarías el ambiente de trabajo? 

Muy diferente al que había encontrado en mis producciones anteriores, que eran juveniles. En ellas me sentía como si fuera al instituto a pasarlo bien. ‘La Patrona’ es mi primer trabajo para adultos, más serio, y disfruté de otro modo. Me trataron como a un hijo. Hubo momentos inolvidables.

Cuéntanos alguno. 
Un día que llevaba grabando más de doce horas, estaba en una cueva con mucha humedad y frío. Me habían atado después de haber tenido una intensa pelea y estaba agotado. Aracely se acercó para preguntarme si estaba bien. Y aunque le respondí que sí, me llevó un vasito. “Este tequilita te va a quitar el frío”, me dijo. Así vencí también el sueño alguna vez. Formamos una gran familia, estábamos pendientes los unos de los otros.

¿Qué te gustó de tu personaje?
 Sus contrastes, tan pronto tenía que pegarme con alguien como me quedaba a solas y me ponía a llorar recordando a mi madre. Eso lo hizo muy atractivo para mí, y creo que también para el público.

Pero a veces resultas odioso… 

Sí, me gustó ese lado antipático e incluso grosero, y ponerle un poco de mi picardía. David es inestable, cuando parece que ha tomado el buen camino, vuelve a caer, y así hasta el final. Es un hombre completamente imprevisible.

¿Y tú? 

Yo soy insaciable, siempre quiero más y busco el modo de mejorar en todos los ámbitos, de ayudar, de cambiar el mundo. En el trabajo me pongo metas a largo plazo para dejar que la vida me vaya guiando. Me considero afortunado, porque lo que he hecho ha tenido éxito.

¿Siempre quisiste ser actor? 

Sí, pero mis padres me lo quitaron de la cabeza hasta que, con 18 años, un tío me presentó a un directivo de Televisa que me animó a ingresar en la escuela de la productora. Yo quería ser actor para alcanzar la fama, sin embargo, estudiar me descubrió que lo importante de la profesión es transmitir emociones. Y me enamoré de ella

¿Cuáles son tus aficiones? 

Desde pequeño escribo y hago fotos. Ahora que tengo un poco de tiempo, me he puesto a estudiar Fotografía y Creación Literaria para poder dedicarme en serio. Escribo cuentos para adultos y poesía. En mis relatos hay mucho de realismo mágico, que me apasiona.

¿Los has publicado?
 Solo en internet, en mi blog,  barba-coa.tumblr.com, donde también subo mis fotografías.

¿En qué más ocupas el tiempo libre?

 Me encanta estar en la calle, soy como una lagartija que necesita sol y aire puro; salgo a correr y a montar en bici. Además, adoro viajar y me apasiona la arquitectura.

¿Qué sitio te ha fascinado?

 Praga, y tengo muchas ganas de conocer España. Espero ir pronto. De América Latina me quedo con Panamá y México, porque tienen mucha magia.

¿Otro amor que declarar? 

(Risas) No tengo pareja, en mi profesión resulta complicado porque te absorbe mucho. Pero también es divertido, pues soy joven, tengo muchos amigos y está bien disfrutar de la soltería. Aun así, entre mis planes está tener hijos. Ya veremos. 